COLABORACIONES

La santa muerte

Evolución iconográfica y devocional postmoderna de la Canina
de la Hermandad del Santo Entierro de Sevilla

EL texto que les presento forma parte de un estudio más amplio titulado "La Canina del Santo Entierro, icono de la Muerte en el imaginario colectivo sevillano" que publicamos dentro de la obra Miscelánea Histórica Hispalense, Sociedad, cultura y arte en el Reino de Sevilla.1 Tratamos en el fragmento que reproducimos a continuación en este anuario sobre las secuelas americanistas actuales de la iconografía del Triunfo de la Santa Cruz de la Hermandad del Santo Entierro de Sevilla [Imagen 1], siglos después de su exportación al Nuevo Mundo desde esta Ciudad que no sólo tuvo el monopolio comercial con America sino también el devocional y cultual expandiéndose con ello muchas prácticas locales.

1 | FERNÁNDEZ MUÑOZ, P.M.: "La Canina del Santo Entierro, icono de la Muerte en el imaginario colectivo sevillano", en Miscelánea Histórica Hispalense, Sociedad, cultura y arte en el Reino de Sevilla. Co ord. DE LA CAMPA CARMONA, R., Cordoba, 2018, pp. 371-430.

Es necesario aclarar antes que nada que si bien los orígenes de la iconografía de la Santa Muerte son cristianos, su culto no lo es en absoluto pudiendo considerarse de neopagano. 

La primera vez que tuvimos conocimiento de esta iconografía fue en 1999 dando un paseo de fin de semana por el Marché aux Puces de París, nos llamó la atención curioseando en un puesto de santería una estampa que reproducía una imagen de la muerte erguida cubierta por una especie de manto con corona y portando una guadaña, rápidamente el pensamiento viajo a dos mil kilómetros más al sur y recordamos a nuestra Canina. En los días siguientes intenté informarme por mis profesores en Paris IV-Sorbona acerca de esta curiosa iconografía, pero nada sabían de ella, ni siguieran la habían visto, así que olvidé el tema.

Pero durante estos años fue creciendo en devoción, en generar noticias de sucesos en prensa y a partir de 2008 en estudios serios sobre el tema. En 2009 volvimos a ver de nuevo una imagen de la misma fue fugazmente en una película, y ante la imposibilidad de poder viajar a México, preguntábamos a cuantos mejicanos encontraba y buscábamos noticias de hemeroteca y bibliografía en francés y español sobre el tema. Casi diez años después de comenzar a documentarnos sobre la cuestión aportamos en este apartado, de nuestro trabajo sobre la sevillana figura de la Canina [Imagen 2], nuestras conclusiones con respecto a la figura de la Santa Muerte [Imagen 3] considerando el origen de su iconografía como una secuela iconográfica de la Canina de Sevilla.

[Imagen 1] Paso Del Triunfo de la Santa Cruz de la Hermandad del Santo Entierro de Sevilla, conocido como 'el paso de La Canina'.

El culto a la Santa Muerte surge en los años cincuenta del siglo XX, adquiriendo a partir de los años 90 un rápido auge y expansión tanto en el número de fieles como geográficamente. Podemos considerar este sistema de creencias surgido en torno a la imagen de la Muerte como una religión absolutamente popular, libre, sin orden jerárquico aparente, con capacidad de adaptación a todo tipo de personas y principios morales, sin dogmas, horizontal, sin pecados ni prohibiciones, abierta.... En definitiva un culto en consonancia con el relativismo cultural de la Postmodernidad que ha sido la corriente filosófica en auge y que tiene peso en los valores morales de la época en la que el culto se ha expandido, aún cuando quien experimenta la penetración de los mismos no haya oído nunca la palabra postmodernidad.

La Santa Muerte también recibe los nombres de Santísima Muerte, la Niña Blanca o la Virgencita, (el pueblo mexicano está especialmente unido sentimentalmente a la Virgen de Guadalupe y se la asimila a Ella). La advocación de la Santa Muerte es femenina, como la Canina, y sus vestimentas recuerdan a las de las vírgenes, (la Canina en su día también estuvo vestida con manto Real). 

Es un culto nuevo usando una iconografía antigua que cambia de significado. Siendo resultado ello del sincretismo religioso de elementos prehispánicos, católicos y africanos. Teniendo su caldo de cultivo inicial en ambientes sociales de clase baja, en la pobreza y la marginalidad, de ello que tenga tantos devotos dentro del mundo del hampa y la delincuencia, como a veces sale a relucir en las páginas de sucesos y noticiarios. El fenómeno ha rebasado las fronteras sociales y nacionales y entre sus fieles se encuentran personas de todos los estratos sociales que ávidos de protección y éxito se encomiendan a la Santa Muerte [Imagen 4].  

[Imagen 2] La Canina. Figura alegórica de la muerte de la Real Hermandad del Santo Entierro de Sevilla.

Entre los elementos que se entremezclan en este culto sincrético se pueden detectar: El culto a los difuntos que tradicionalmente se celebra en México los días 1 y 2 de Noviembre coincidiendo con las fiestas católicas del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos. En México esta fiesta tiene una amplia difusión y arraigo y ello se debe a que ya desde los tiempos precolombinos se venían honrando a los difuntos con alegres banquetes rituales y ofrendas. Existían los cultos prehispánicos al Dios Maya Ah Puch, Rey de Xibalbá, (El inframundo), que era representado por un esqueleto con cabeza de jaguar o búho, adornado de campanas. (los aztecas integraron los cultos de los pueblos conquistados).

Entre los elementos que se entremezclan en este culto sincrético se pueden detectar: El culto a los difuntos que tradicionalmente se celebra en México los días 1 y 2 de Noviembre coincidiendo con las fiestas católicas del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos. En México esta fiesta tiene una amplia difusión y arraigo y ello se debe a que ya desde los tiempos precolombinos se venían honrando a los difuntos con alegres banquetes rituales y ofrendas. Existían los cultos prehispánicos al Dios Maya Ah Puch, Rey de Xibalbá, (El inframundo), que era representado por un esqueleto con cabeza de jaguar o búho, adornado de campanas. (los aztecas integraron los cultos de los pueblos conquistados). 

Los aztecas además creían en el Mictlán, "La región de los Muertos", y en Mictlantecuhli y Mictecacíhualt, Dios y Diosa aztecas de la Muerte y la Oscuridad. El pozo de creencia en estas  eidades dará lugar en contacto con el cristianismo, en periodo virreinal, al sincretismo con la personalidad de San Pascual Bailón o San Pascualillo Rey recibiendo culto en Guatemala y en el Estado de Chiapas, usando de vehículo para ello la escultura de un esqueleto humano coronado usado para las procesiones de Semana Santa siguiendo el modelo sevillano objeto de nuestro estudio. Este culto fue perseguido en su momento tomando cartas en el asunto la Santa Inquisición.

No queda muy claro si estas imágenes de la Muerte dejan de usarse en ese momento como expresión de represión o siguieron utilizándose para las procesiones de Semana Santa hasta los cambios sociales y políticos habidos en el país en los siglos XIX y XX. Lo cierto es que estas imágenes se han estado guardando y venerando hasta ahora en templos católicos, habiendo resurgido hace unas décadas su culto bajo la forma del de la Santa Muerte.

En paralelismo cultural hay que resaltar que la Santa Muerte tiene en común con los dioses aztecas, el recibir ofrendas de todos los que deseaban obtener el poder de la Muerte. 

Por su parte en la Santería2 la Muerte se sincretiza con la Diosa yoruba Oyá, hermana de las diosas Oshún y Yemayá, hija del Dios Olofín que al repartir sus bienes terrenales le entregó como dominio los cementerios, es ama del Camposanto, vive a su puerta y representa el mundo de los difuntos. Según las creencias de Palo Mayombe, de raíz bantú se identifica la Santa Muerte con la deidad llamada Centella Ndoki, Diosa de los cementerios los muertos y la tempestad.

El culto se daría a conocer en el Estado de Hidalgo en el año 1965. Es adorada por personas que ponen en riesgo su vida, tanto policías como delincuentes, es invocada así mismo para recuperar a seres queridos secuestrados, amores perdidos, objetos robados, protección y recuperación de la salud, mejoras laborales, búsqueda de empleo, éxito en todo tipo de negocios e incluso en la carrera política... el ritual requiere amar a la Santa Muerte y ofrecerle ofrendas y sacrificios [Imagen 4]. 

Ha dado mala fama al culto a la Santa Muerte, vinculándolo al satanismo, la magia negra y lo esotérico, los  casos acaecidos de sacrificios humanos de personas previamente secuestradas3.

2 | Religión de origen africano sincretizada con el catolicismo, básicamente podemos distinguir dos orígenes geográficos y culturales: las tradiciones yorubas con origen en el Golfo de Guinea y las denominadas Palo Congo y Palo Mayombe con punto de partida Bantú localizado en África Central. Con el tráfico de esclavos estas creencias se trasladaron al continente américano, manteniéndose pero sincretizada gracias al culto a las imágenes en los territorios americanos católicos, perdiendo la población negra su creencias ancestrales africanas en las colonias protestantes de Norteamerica. 3 | LA REDACCION "Dan 66 años de cárcel a líder de la iglesia de la Santa Muerte", El Proceso de 14 de febrero de 2012, www.proceso.com.mx/310895/dan-66-anos-de-carcel-a-lider-de-la-iglesia-de-lasanta-muerte, (consultado el 4 de Junio de 2018). Y en CNN MEXICO "Autoridades arrestan a ocho acusados de realizar sacrificios humanos", en Expansión en Alianza con CNN, 30 de Marzo de 2012, https://expansion.mx/nacional/2012/03/30/autoridades-arrestan-a-ocho-acusados-de-realizar-sacrificios-humanos, (consultado el 4 de Junio de 2018).

Entre los devotos a la Santa Muerte se encuentran muchos integrantes de los carteles de la droga y conocidos narcotraficantes como Osiel Cárdenas Guillén o Daniel Arízmendi López. Por otra parte el género literario/musical conocido como los narcocorridos hace apología de la devoción a la Santa Muerte, como protectora y favorecedora de los narcotraficantes, que han pasado a convertirse en héroes de una parte bastante numerosa de la población. 

La autodenominada Iglesia Santa Apostólica Tradicional MEX-USA, de dudosa financiación y vinculada a los narcos, da culto a la Santa Muerte, aprovechándose de la devoción que despierta la Santa para ganar adeptos a su formación. Aunque a día de hoy es una asociación no reconocida por las autoridades mexicanas, encontrándose fuera de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto público de este país. En 2005 fue dada de baja del registro constitutivo de culto por la Secretaría de Gobernación de México debido a que su adoración "desvía gravemente los fines establecidos en los estatutos de la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de México"4, pero lo único cierto es que el culto sigue creciendo pese a la mala fama que tiene adquirida y que en su expansión ya se practica en otros países de Iberoamérica, en E.E.U.U. y Europa, habiéndose extendido su imagen, una iconografía con débito sevillano.

4 | SEGOB, Dirección General de Asociaciones Religiosas (04 de 2005), "Boletín nº 87/05, La Secretaría de Gobernación resuelve cinco procedimientos administrativos por violaciones de la Ley de Asociaciones religiosas y culto público", www.asociacionesreligiosas.gob.mx/ SDGAR05/DOCS/boletinessecretaríadegobernación /Boletín87_2005.pdf, (consultado el 4 deJunio de 2018). [Imagen 3] La Santa Muerte.

Es un culto rechazado y condenado por las iglesias Católica, Bautista, Presbiteriana, Metodista, etc. por considerarlo diabólico. Para los cristianos la Muerte es un estado y no una entidad personificada, (esto lo toman los devotos de la Santa Muerte del mundo de la alegoría barroca virreinal), o personificadora, considerándose pecado de idolatría su culto. 

La colección de textos a los que nos hemos referido con anterioridad en este trabajo para explicar la iconología del Triunfo de la Santa Cruz deja muy claro cuál es el rol de la Muerte para un cristiano, a esto podemos añadir además lo que dice el Apocalipsis: "Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras... La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego, este lago de fuego es la muerte segunda" (Apocalipsis 20, 13-14). 

Por otra parte en cuanto al título y la consideración de santo, con la excepción de los Arcángeles sólo lo reciben aquellos seres humanos que han vivido de manera heroica las virtudes cristianas, adquiriendo un estado de comunión con Dios que es lo que se denomina Santidad. 

S.S. el Papa Francisco en su visita a México en 2016, condenó al culto de la Santa Muerte argumentando que hay "tantos que seducidos por la potencia vacía del mundo, exaltan las quimeras y se revisten de sus macabros símbolos para comercializar la muerte"5. Como ya hemos comentado se trata de un culto creciente, que aparecido en los años 50 coge auge en a finales de los 80 y los 90. En nuestra opinión se trata de una expresión cultual postmoderna en la que adoptándose la iconografía de la figura de la Muerte de los pasos alegóricos del Triunfo de la Santa Cruz o de las Postrimerías y despojando a la imagen de su significado primitivo, para la que fue realizada le otorga una nueva personalidad.

5 | JRAM, "Papa Francisco condena el culto a la Santa Muerte", El Universal, 13 de febrero de 2012, www.eluniversal.com.mx/artículo/nacion/sociedad/2016/02/13/papa-francisco-condena-el-culto-ala-santa-muerte, (consultado el 4 de Junio de 2018).

Forma parte de la Postmodernidad este uso reinventado de la imagen, que alimenta un culto y un sistema nuevo de creencias fruto del sincretismo religioso con un triple origen: católico europeo, azteca/maya prehispano, y yoruba/bantú africano. Todo entorno a la Muerte como ente con personalidad y poder con el que se interactua y se establecen relaciones de patronazgo y sumisión debida al patrono mediante un sistema de culto muy libre basado en oraciones, ofrendas y sacrificios.

Hasta ahora los investigadores sobre este tema han pasado por alto que el origen directo de la iconografía de la Santa Muerte [Imagen 3] deriva de las representaciones barrocas de la Muerta con uso procesional.

Creemos que los orígenes iconográficos de la Santa Muerte hay que buscarlos en estas imágenes de la Muerte en forma de esqueletos que formaban parte de representaciones del Triunfo de la Santa Cruz, procesionando el Viernes Santo, siguiendo el ejemplo sevillano. Esto se hacía en un campo abonado pues la población indígena y mestiza de Nueva España sentía una especial fascinación y familiaridad por la muerte y mantenían su recuerdo sincretizado en la festividad del Día de los Difuntos.

El trasvase de esta iconografía barroca de España al Virreinato y su puesta en acción dentro de los programas barrocos de culto externo en procesiones, fueron ya en su momento detonante de desviacionismo venerando indebidamente estas imágenes desde los parámetros ortodoxos de la Iglesia, surgiendo problemas al respecto.

El convulso siglo XIX en México, con su independencia, revoluciones, políticas liberales y anticlericales, ... acabaron con las prácticas devocionales de época virreinal desapareciendo Hermandades, conventos, congregaciones, cofradías y procesiones. 

Muchas de estas imágenes, como la del Convento dominico de Yanhuitlán (Oaxaca), quedan en desuso en iglesias y sacristías, olvidándose su uso originario. La reinterpretación que supuso la creación del culto a la Santa Muerte, facilitado por pertenecer estas imágenes al ámbito de los templos, propicia la difusión del modelo a partir de multitud de reproducciones en estampas y estatuas de diferentes tamaños hasta el día de hoy.

Los mejores especialistas de este tema: Elsa Mavildo, Katia Pertigón Castañeda y Caroline Perrée, coinciden en que los orígenes iconográficos de la Santa Muerte proceden directamente de las alegorías de la muerte del siglo XV, surgidas como resultado de las epidemias de peste. (ya nos hemos ocupado de este asunto en este trabajo cuando hemos comentado la iconografía de la Muerte en la Baja Edad Media). 

C. Perrée, siguiendo a Perdigón, lo vincula a la Danza Macabra6, a su vez con antecedente en el esqueleto con guadaña del Evangelario de Uta del siglo XI7. Para Ella, que basa su análisis de la cuestión siguiendo los planteamientos de Panofsky, la Santa Muerte se creó "a partir de préstamos"8.

6 | PERRÉE, C.: La Iconografía de la Santa Muerte: Antropología de una imagen abierta, HAL archives-ouvertes.fr. , https://hallshs.archives-ouvertes.fr/halshs-01483485 ,Submitted on 6 Mar 2017, p. 3. (consultada el 28 de Mayo de 2018). 7 | IBIDEM, 2017: p. 5. 8 | IBIDEM, 2017: p. 6. [Imagen 4] Un altar de culto dedicado a la Santa Muerte.

En nuestra opinión la creación de la iconografía es fruto de la evolución del pensamiento y de la sociedad, en el contexto de la Postmodernidad, creándose el culto a partir de la fascinación por la imagen, una imagen barroca que se encontraba aparentemente en desuso cultual, inmediatamente es reinventada y cambia de personalidad y de significado, multiplicándose haciendo infinitud de reproducciones de ella. Pero creemos que esto no hubiese sido posible sin el relativismo cultural en auge que tiene la sociedad postmoderna, en la que todo o casi todo vale.

Opinamos que el origen iconográfico no hay que buscarlo tan lejos, las figuras a tamaño real de la muerte, tanto como una imagen de Cristo o de la Virgen, las tenían allí, y además guardadas en iglesias.

Si es en Sevilla y se observa, cuando están expuestos en la Iglesia de San Gregorio de los Ingleses los pasos de la Hermandad del Santo Entierro, el creciente imán que despierta el paso de la Canina, admiración por la escultura que se traduce en que el merchandising que reproduce su imagen se vende con facilidad y rapidez. Es muy comprensible que para la cultura mexicana las imágenes barrocas de la muerte a tamaño natural, y con la censura eclesiástica relajada, acabaran fascinando y siendo receptáculo de veneración flotando de por medio el rico universo de creencias sincrétizadas con respecto a la muerte y el mundo de los difuntos.

En Nueva España salían en procesión el Viernes Santo máquinas procesionales que representaban el Triunfo de la Santa Cruz, y que, al igual que en el caso de Sevilla, por no decir que a ejemplo e imitación y siguiendo el modelo hispalense, se usaba la figura de la Muerte para manifestar la Victoria de la Cruz. 

Perdigón se hace eco de la presencia de estos esqueletos9 pero, quizás por desconocimiento de la iconografía barroca del Triunfo de la Santa Cruz y de las Postrimerías, no lo vincula directamente con el origen inmediato de la iconografía de la Santa Muerte. Estas imágenes de la Muerte iban tocadas de Corona Real al i gual que la Canina sevillana lo estuvo, probablemente hasta la invasión francesa, conservándose muchas de ellas como la ya citada de Yanhuitlán (Oaxaca), la de Tepatepec (Hidalgo) y la de Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), todas ellas a día de hoy objeto de culto a la Santa Muerte.

9 | PERDIGÓN CASTAÑEDA, J. K.: La Santa Muerte. Protectora de los Hombres, México D.F., 2008. p. 122.

Además de la corona el esqueleto va vestido con una capa, (que en nuestra opinión procede del Manto Real con el que procesionaban estas imágenes del Triunfo de la Santa Cruz, el uso de emblemas de la realeza para enjaezar la imagen enfatizaba la idea de Reina destronada por la Cruz), siendo añadidos los elementos siguientes pudiendo aparecer uno o varios combinados: La guadaña, la balanza, (símbolo de la justicia pues a todos iguala la muerte), la esfera en la mano, (que Perdigón identifica con el globo terrestre simbolizando la fragilidad del mundo10 y que nosotros identificamos con el orbe, simbolizando la universalidad de la muerte11), el búho, (vinculado a los esotérico, el apetito sexual y la muerte), el reloj de arena, (que nos refiere el paso del tiempo y a veces), y a veces el libro y la daga12

10 | IBIDEM, 2008: p.77. 11 | FERNANDEZ MUÑOZ, P.M.: "La Soberanía Celeste y la Soberanía Terrena. Iconografía y uso del Orbe y el Cetro como atributos marianos y de la monarquía", en Las Dos Ciudades: Relaciones Iglesia-Estado, Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas, San Lorenzo del Escorial, 2016, p.p. 359-380. 12 | PERDIGÓN CASTAÑEDA, J. K.: La Santa Muerte. Protectora de los Hombres, México D.F., 2008: p. 77.

Por su parte Perrée13 alude a los colores que la adornan como procedentes de la cultura occidental14 y de la que nosotros no estamos tan seguros teniendo en cuenta la simbología de los colores en lugares tan próximos geográficamente y culturalmente como en la santería cubana donde las deidades yorubas se identifican con colores, por ejemplo: el azul con la Virgen de Regla/Yemayá o el amarillo con la Virgen de la Caridad del Cobre/Oshún, eso por no mencionar la propia santería mexicana, menos conocida que la brasileña o la cubana, pero igualmente presente en la Nueva España como consecuencia de la presencia de esclavos africanos en el periodo virreinal y posteriormente con la inmigración caribeña y centroamericana. 

13 | Caroline Perrée tiene un trabajo muy interesante donde aborda la realización de tatuajes usando la iconografía de la Santa Muerte. PERRÉE, 2017: p.p. 14-18. 14 | PERRÉE, C.: "México, de San Judas a la Santa Muerte", en Logiques votives et rituels transversaux en milieu urbain, L´Homme, nº 211, 2014, p. 25. 

Debemos tener en cuenta, y en esto compartimos los criterios de hibridación de Perdigón, que el crecimiento de la devoción y el culto a la Santa Muerte se produce en la aldea global que es el Mundo ya en las dos décadas finales del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI. 

Cada devoto elige la imagen de la Santa Muerte con el color y los atributos que prefiere según sus necesidades o preferencias. Esto está en paralelo también con la santería cubana en la que los creyentes eligen y ofrecen culto a las deidades de su preferencia en altares caseros o celebraciones colectivas a los "santos".

En México existe la tradición de asimilar los cultos de otras culturas, desde época prehispánica, recuperando las imágenes de los pueblos vencidos15. El mexicano tiende a acumular creencias, cultos e imágenes para ser favorecido por ellos, con sentido pragmático,esto implica enriquecimiento iconográfico y dinamismo icónico. La Santa Muerte es, pues, una iconografía y un culto adaptable y en esa adaptabilidad cabe que su representación plástica admita variaciones. Con la Santa Muerte se está realizando lo mismo que tradicionalmente se ha practicado con las imágenes del Niño Jesús en España y los países hispanos, personificando la imagen según el gusto del devoto.

La Santa Muerte es un producto de la cultura postmoderna. Esto se traduce en la libertad que tiene el culto, sin dogmas y a capricho de los principios morales de quien lo practique. Libertad también como hemos visto en la forma de darle culto y representarla. 

15 | GRUZINSKI, S., La Guerre des images de Christophe Colomb à Blade Runner (1492-2019), Fayard, París, 1990: p. 265.

Es la más pura expresión de relativismo cultural llevado a lo cultual, todo cabe, desde los buenos sentimientos a los sacrificios humanos para favorecer actividades delictivas. Un culto con vocación y tendencia universalista, como por otra parte lo es la propia Muerte pues a todos nos llega, y que se encuentra en clara expansión geográfica tanto sus prácticas cultuales, (sus oraciones y ofrendas), como su iconografía por E.E.U.U. y Europa.

Teniendo en nuestra opinión su origen en la imagen sevillana denominada popularmente como la Canina, siendo Sevilla Puerta y Puerto de Indias la religiosidad popular de la capital bética ejerció una enorme influencia en la América española, especialmente en el Virreinato de Nueva España, donde se reproducen y copian prácticas culturales hispalenses, incluyendo imágenes, reglas de hermandades, etc. 

N.H.D. Pedro Manuel Fernández Muñoz

Historiador