ESTACIÓN DE PENITENCIA

Dña. Inmaculada Algarín Ramírez

Oficina de Representación del Poder Judicial en Andalucía Occidental y Ceuta

"Los tres pasos de la cofradía procesionando en orden, proporcionan espacio de encuentro con el Señor en tiempo de reflexión, con la esperanza de la Resurrección inminente que confirma el origen divino de Jesús"

Para Él cada uno de nosotros es único

Ante la petición de mi amigo Valeriano Amaya para colaborar en el siempre magnifico anuario de la Real Hermandad del Santo Entierro sevillano, debo en primer lugar reconocer que me sentí, a la vez que sorprendida, halagada por ofrecerme esta oportunidad, única, de participación en el mismo.

Atendiendo a la dificultad que supone "poner en la calle" una Corporación de tal grandeza, resultando ademas el apogeo protocolario, ya que en su salida se citan además de todas las Hermandades de penitencia de la Capital, las autoridades eclesiásticas, civiles y militares que procesionan juntas, al atardecer de un sábado de primavera, en la semana mas hermosa de la ciudad, la Semana de Pasión, en la que se muestra al mundo entero, un tesoro colectivo de imágenes religiosas, arropadas por natural sentimiento de orgullo y espiritualidad.

Cuando termina la semana, desde su templo de San Gregorio en la calle Alfonso XII, el Señor Yacente, que perdió la vida terrenal para que todos ganáramos; vuelve a salir anticipando la gloria a la urbe de Sevilla, cuando aún en sus calles se percibe el delicado aroma del incienso y las lágrimas derramadas en los días previos; la Hermandad se ordena una vez más, a la manera de aquí, en la forma necesaria para presenciar el cortejo procesional de la Real Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Triunfo de la Santa Cruz y María Santísima de Villaviciosa.

Se comenta que el orígen de la Hermandad, que data del siglo XVI, se encuentra en la voluntad de unos genoveses que se establecieron en Sevilla por aquella época y que, trayendo la devoción a la Virgen de Villaviciosa, titular de la Hermandad, le imprimieron la elegancia de su cultura: si es verdad lo que se dice y no una mera leyenda, tal vez, la elegancia de los pioneros, tamizada a lo largo de los siglos por la de los sevillanos, han hecho del empaque y la seriedad de la Hermandad del Santo Entierro una seña de identidad en su estación de penitencia, procesionando entre el gentío, apegado a tradiciones de raigambre y devoción, con gran solemnidad, con sus tres pasos, y a veces con alguno más.

El primero de ellos, representa de manera alegórica el triunfo de la Santa Cruz sobre la muerte; la cruz redentora de Cristo símbolo de nuestra fe, mediante la que los hombres quedan perdonados y libres.

El segundo, que porta la Urna con Cristo coronado en doloroso sacrificio que, tras ofrecer su vida, yace inerte, su rostro, sin embargo se muestra en actitud serena invitando al amor, la serenidad del Señor que como envuelta en ráfaga de luz, tras su entrega generosa, nos salva trasformando la muerte en vida.

El tercer paso, representa el duelo humano en el rostro abatido de María Santísima de Villaviciosa, el rostro de la la pena y el sufrimiento cuya soledad conmueve; soledad dramática y humana, con luz tenue, y todo a pesar de quienes intentan paliar su tristeza.

Los tres pasos de la cofradía procesionando en orden, proporcionan espacio de encuentro con el Señor en tiempo de reflexión, con la esperanza de la Resurrección inminente que confirma el origen divino de Jesús que, vive ya para siempre y decidirá cuando y como nos llevará a su lado.

Desde la fe y el respeto a todos, deseo que el recorrido procesional de este año sea armonioso y se realice tranquilo y sin sobresaltos, y que a la entrada de la hermandad, de vuelta ya a su templo, todos hayamos podido comunicarnos en oración con Cristo, sabiendo que para ÉL, cada uno de nosotros es único. Y hayamos podido rogar al Señor la ayuda necesaria para superar nuestras tribulaciones terrenales, recordando no obstante, que como nos dejo escrito nuestra Santa Angela de la Cruz: "No hay nadie que viva sin cruz y el que huya de una, encontrará otra mayor".

Del mismo modo, conceda lucidez para quienes tienen que tomar decisiones que nos afectan a todos, e igualmente esperanza para los mas necesitados de su mirada y su consuelo.